No se cuando empecé a quererte, a mirarte, a soñarte, simplemente un día desperté y te encontrabas en mi vida, te habías adueñado de cada milímetro de mi cuerpo, de mi pensamiento, mi respiración… No puedo decir que te amo porque no tuve esa opción pues a un amigo solo se le puede querer, pues bien amigo… Te quiero, con ese cariño tan profundo que llega a calar, con esas ansias de abrazarte, de sentirte, de respirarte, te quiero con mis dedos regalando una caricia que nunca te di, con mis lagrimas rodando por cada beso que tuve que guardar, con cada suspiro que murió en el viento deseando que mi aroma llegara a tu piel.
Quise aferrarme a ti como el pétalo al caer de la rosa, sabiendo que perdería mi color y aroma al soltarme, sabía que moriría en ese mismo instante, en el camino me topé con las espinas de la verdad las cuales en mi agonía terminaron por destrozarme.
Pues bien, te quiero amigo, eres aquel recuerdo tan sublime que un día pasó en mi vida como una estrella fugaz, tan hermoso y resplandeciente, y a la vez tan corto que solo su destello quedó grabado por siempre en la memoria de esta amante solitaria.
Morsea
1 comentario:
Que bien que te gustó Javy, gracias por publicarlo ;)
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